viernes, 12 de marzo de 2010

Epicondilitis

La epicondilitis, conocida también como codo del tenista es una patología caracterizada por dolor en la cara externa del codo, sobre el epicóndilo, prominencia ósea más externa del codo, situada en la cara externa del cóndilo externo de la paleta humeral, como resultado de una tensión mantenida o por sobreesfuerzos repetidos. Aunque es denominada "codo de tenis" o "codo del tenista", esta patología no se restringe a los jugadores de tenis. Las molestias ocasionadas por la hiperextensión del codo, de cualquier causa, se pueden clasificar como epicondilitis. Cualquier persona que realice trabajos que impliquen movimientos repetidos de antebrazo, codo y muñeca es susceptible de sufrir "codo de tenis" La primera definición fue descrita en 1873.[1]. El término médico es epicondilitis lateral, para diferenciarla de la epicondilitis medial, también llamada epitrocleítis.

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Etiología

Se ha identificado la inserción de los tendones extensor carpi radialis brevis , extensor digitorum comunis, radialis longus y los ulnaris como sitio primario del cambio patológico. En el codo de tenis, el tendón brevis de los radialis de los carpos del extensor se ha identificado como el sitio primario del cambio patológico. El extensor carpi radialis brevis tienen un origen pequeño y transmite fuerzas grandes a través de su tendón durante las maniobras repetidas agarrar. También ha estado implicado en todos los movimientos que implicaban movimientos del antebrazo. No hay evidencia que relacione el modo del inicio con la patología aunque se reconoce generalmente que el codo del tenis es causado por microtraumas muy repetidos. Los cambios inflamatorios se han observado en las etapas agudas, pero estos están ausentes si los síntomas llegan a ser crónicos (3 meses +). En estas fases crónicas se habla de procesos de tendinosis, proceso degenerativo de las fibras deltendón. Esto podría explicar porqué los tratamientos, tales como inyecciones del corticoesteroides tienen poco impacto en las etapas crónicas de la enfermedad. Aunque el nombre puede sugerir otra cosa, el codo de tenis puede afectar a cualquier persona – sean jugadores de raqueta o no. Sin embargo, hay numerosos estudios que han implicado deportes de raqueta como causa o factor que contribuía para el codo del tenis. La incidencia máxima está entre 34 a 54 años de la edad. No se ha demostrado ninguna diferencia en incidencia entre los hombres y las mujeres o la asociación entre el codo de tenis y la mano dominante. Pero existe una relación clara entre tipos de trabajos y el desarrollo de epicondilitis. Los factores de riesgo aumentan si se han realizado deportes de raqueta a lo largo de la vida. La actividad vigorosa, la disminución de los tiempos de reacción y la velocidad, la falta de entrenamiento y las contracciones excéntricas y repetidas del los músculos extensores de la muñeca serían causa precipitantes de la epicondilitis.

Síntomas 

  • Dolor en la parte externa del codo, sobre el epicóndilo lateral, o sea el externo
  • Dolor e impotencia funcional con los movimientos de agarre con la mano, o de empuñamiento o aquellos que solicitan de la muñeca una extensión activa o de los dedos de la mano, o movimientos de abducción y adducción forzadas de la muñeca, contra resistencia o con carga en la mano.
  • Dolor a la palpación de la zona epicondílea y con acciones simples como elevar una botella o una jarra o tomar una taza de café, o en deportes, al tomar el bate de "baseball"
  • El dolor suele ceder durante la noche.
  • Sin ningún tratamiento puede llegar a cronificarse y su tratamiento ser más complicado, dificultándose su curación.
  • No suelen referir clínica acompañante de origen neurológico, pero si la irradiación del dolor hacia el brazo y el antebrazo.

Exploración clínica y tests

El diagnóstico es meramente clínico, siendo muy sugerentes los síntomas y signos que refiere el paciente. La exploración radiológica mediante rayos x raramente demuestra alguna anormalidad. A menudo habrá dolor a la palpación en la región del epicóndilo, a la presión o al solicitar al paciente ciertas maniobras que ponen en tensión la musculatura epicondílea. Hay también dolor alrededor del codo y en la zona epicondílea cuando se realiza la extensión de la muñeca y sobre todo si se realiza contra resistencia, al igual que con la extensión forzada de los dedos.

Tratamiento

La meta del tratamiento es aliviar o eliminar el dolor y también la inflamación. El tratamiento incluye:

  1. Antiinflamatorios no esteroideos (aines): ibuprofeno, naproxeno o la aspirina.
  2. La infiltración o inyección local de corticoides asociados a un anestésico local.
  3. Utilización de inmovilizadores y también coderas durante 2 ó 3 semanas.
  4. Terapia de calor
  5. Fisioterapia
  6. Terapia ocupacional
  7. Pulsed ultrasound (ultrasonido pulsante) para romper la cicatriz del tejido fino y promover la curación e incrementar el aflujo de sangre en el área.

Para evitar que la lesión recidive otra vez durante las actividades agravantes cualquier medida de sujeción de la zona, puede utilizarse para disminuir la tensión de la región. Incluso como limitador del movimiento que produce la patología. Si el dolor persiste a pesar de tratamientos no quirúrgicos, la cirugía puede ser necesaria. [ 3 ] Aunque no está fundado en investigaciones[4] clínicas, el tratamiento del jugador del tenis de la opción es la aplicación de hielo con frecuencia y la compresión de la zona, así como la toma de los analgésicos más frecuentes. En este aspecto, no existe ningún aine, con clara superioridad sobre otro a la hora de mejorar los síntomas. También puede ser recomendado por el médico reducir la gama de movimientos del codo así reducir la sobresolicitación de la zona. Un estudio ergonómico del trabajo o del puesto de trabajo de todos aquellos pacientes afectados de esta patología a consecuencia de movimientos repetitivos en su puesto de trabajo, podría dar con la clave de la curación.

Ejercicios y entrenamientos

Los ejercicios y estiramiento progresivos son esenciales para prevenir la irritación del tendón. [6]. La consolidación progresiva para esta condición implica la utilización de pesos o de tiras de banda elástica para aumentar fuerza de presión y liberar de dolor al antebrazo. A los jugadores de raqueta se les aconseja fortalecer la musculatura rotadora del hombro y la escápulo torácica, así como los abdominales para ayudar a reducir así cualquier otra compensación en los extensores de la muñeca durante los movimientos bruscos del hombro y del brazo. La realización de masaje fino sobre el tejido de la zona, ayuda a reducir la contractura muscular y la tensión en los tendones. El atar con correa el antebrazo puede ayudar a realinear las fibras del músculo y a redistribuir la carga.

Fisioterapia 

Con fisioterapia, el ultrasonido se puede utilizar para reducir la inflamación y para promover la producción del colágeno aunque la evidencia actual para su eficacia es poco concluyente. La terapia manual y en especial el masaje tipo Cyriax, es una parte importante del tratamiento; y puede tomar la forma de la realización alternativa de movilizaciones/manipulaciones del codo y/o de movilizaciones del tejido fino del músculo del extensor. La movilización del nervio puede también podría ser provechosa si el fisioterapeuta encuentra una prueba positiva de la tensión del nervio en su recorrido. El nervio superior más común del miembro encontrado para ser sensible en esta patología es el nervio radial..

Infiltraciones locales de esteroides 

Las inyecciones de esteroides glucocorticoides perilesionales pueden resolver los episodios de dolor durante semanas o meses, pero los riesgos aumentan si se ha de repetir más de una infiltración. Después de una inyección, el paciente experimenta normalmente dolor creciente sobre al día siguiente e incluso en las horas siguientes antes de que el esteroide comience a actuar en los días siguientes [7] . Como con cualquier inyección esteroide, hay un riesgo pequeño de ruptura local de la inserción del tendón y del propio tendón. Se suele realizar este tratamiento en tandas de tres infiltraciones separadas por una semana entre cada una de ellas, o algún día más si la efectividad se comprueba con la ausencia total de síntomas. NO siendo conveniente la administración de más de tres infiltraciones, pues su eficacia no queda demostrada. Además del riesgo creciente de efectos secundarios en función del número de infiltraciones. En comparación con los efectos a corto plazo[8 ], la inyección con esteroides a largo plazo están menos establecidas.[9 ]

Tratamiento quirúrgico 

Si el tratamiento conservador falla, tanto el tratamiento médico como el rehabilitador o fisioterápico, estaría indicada la cirugía, mediante la ablación del la inserción en su origen común de los extensores. La intervención puede realizarse bajo anestesia local o general.

Tratamientos alternativos

Terapia láser

El uso de la Terapia Láser (Baja Potencia o Terapia Laser de Baja Intensidad) Low Power or Low Intensity Laser Therapy) también es utilizado en la actualidad, al ver el efecto que la luz tiene y como actúa sobre las células. El resultado es que esa luz estimula y acelera la curación normal. La dosificación determina el éxito del tratamiento, por eso se recomienda que los clínicos experimentados sean los que apliquen el tratamiento con un dispositivo en el que se puedan modificar los requisitos particulares para cada tratamiento. Parece, que quienes más se han beneficiado de este tipo de tratamiento han sido los atletas profesionales. Sin embargo, los estudios que evalúan la eficacia de la terapia del láser para el codo del tenis son actualmente contradictorios. Un estudio ha alegado que el estímulo eléctrico del erin combinado con acupuntura es beneficioso pero los estudios de evaluación están todavía por concluir.[10]

Pronóstico 

La mayoría de los pacientes mejora con el tratamiento no-quirúrgico, llegándose a una alta tasa de curaciones. Y en la mayoría de los intervenidos se demuestra una franca mejoría de sus síntomas.[11]

Posibles complicaciones

  • Recurrencia con los tratamientos administrados.
  • Ruptura de los tendones con las infiltraciones repetidas.
  • Falta de mejoría con el tratamiento quirúrgico, que podría estar determinado por lesiones neurales a nivel del antebrazo. [12]

Referencias 

1. Kaminsky SB, Baker CL Jr (2003). "Lateral epicondylitis of the elbow". Tech Hand Up Extrem Surg 7 (4): 179-89. PMID 16518219.



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