Los gases lacrimógenos son utilizados en muchas partes del mundo sin embargo, y se han reportado numerosas victimas e inclusive muertes como consecuencia de sus efectos.
Los GL son substancias químicas utilizadas, generalmente, por los órganos de seguridad ciudadana, como las policías y la Guardia Nacional, para el control de multitudes; y por ciudadanos en forma individual para la defensa personal.
Se han identificado más de quince gases, sin embargo los más comunes son:
- CS (clorobencilidenemalononitrilo) disponible en forma de envase o granada.
- CN (cloroacetofenona) – frecuentemente vendido como “Mace” en envase o aerosol.
- Pimiento– hecho con pimientos de chile (ají picante) mezclado con un vehículo de aceite de maíz. Disponible en aerosol ( “fli” o “spray”).
Los proponentes de estas armas químicas refieren que, usadas correctamente, sus efectos nocivos son transitorios y no dejan secuelas. El uso de los gases lacrimógenos en los sucesos recientes claramente demuestran que la exposición a esta arma química es difícil de controlar y es indiscriminada, es decir, no solo afecta a los manifestantes que se intentan dispersar o controlar sino también al resto de la población que se encuentre en los alrededores como pasantes u observadores.
Cuando se detona al aire libre una granada de CS se genera una nube de 6 a 9 metros de diámetro, concentrándose una mayor densidad en el centro de hasta 5.000 mg/m3 que se van dispersando en la periferia. Las concentraciones son mucho más elevadas en espacios cerrados y potencialmente fatales por arriba de 50.000 mg/m3 en un 50% de los casos.
El mal uso de los GL, en nuestro país, llega a tal punto que se ha evidenciado, en las últimas manifestaciones, por testimonios de presentes y en grabaciones de los medios de comunicación televisivos como granadas de GL han entrado por las ventanas de apartamentos que nada tienen que ver con las manifestaciones, se han disparado granadas de GL directamente sobre las personas, se ha causando lesiones traumáticas severas y quemaduras por el choque directo de las granadas con el cuerpo de las personas, han caído en bombas de gasolina con el grave peligro de ignición, y se ha exagerado en el número de envases y granadas lanzados en un mismo sitio en poco tiempo y en lugares cerrados.
La población, en general, no tiene ninguna información sobre los GL y sus efectos, muy a pesar de constituir prácticamente parte “habitual” las frecuentes acciones de calle que terminan en una confrontación con las autoridades represivas del estado. Muy a pesar, también, del número de víctimas que padecen sus efectos nocivos, del gran número de afectados que requieren asistencia médica y de la no despreciable cuantía de hospitalizados a consecuencia del mal uso y abuso de estas armas químicas.. Inclusive, se han informado muertes relacionadas con el uso de los GL y la gente todavía desconoce cómo actuar.
Otro punto muy grave es que la información toxicológica disponible es deficiente en cuanto a los potenciales daños pulmonares, carcinogénicos, reproductivos y genéticos de largo plazo. Muchos países prohíben el uso de estas armas químicas e incluso intentan incluirlas dentro de las armas prohibidas bajo el Protocolo de Ginebra.
Cuando se detona al aire libre una granada de CS se genera una nube de 6 a 9 metros de diámetro, concentrándose una mayor densidad en el centro de hasta 5.000 mg/m3 que se van dispersando en la periferia. Las concentraciones son mucho más elevadas en espacios cerrados y potencialmente fatales por arriba de 50.000 mg/m3 en un 50% de los casos.
El mal uso de los GL, en nuestro país, llega a tal punto que se ha evidenciado, en las últimas manifestaciones, por testimonios de presentes y en grabaciones de los medios de comunicación televisivos como granadas de GL han entrado por las ventanas de apartamentos que nada tienen que ver con las manifestaciones, se han disparado granadas de GL directamente sobre las personas, se ha causando lesiones traumáticas severas y quemaduras por el choque directo de las granadas con el cuerpo de las personas, han caído en bombas de gasolina con el grave peligro de ignición, y se ha exagerado en el número de envases y granadas lanzados en un mismo sitio en poco tiempo y en lugares cerrados.
La población, en general, no tiene ninguna información sobre los GL y sus efectos, muy a pesar de constituir prácticamente parte “habitual” las frecuentes acciones de calle que terminan en una confrontación con las autoridades represivas del estado. Muy a pesar, también, del número de víctimas que padecen sus efectos nocivos, del gran número de afectados que requieren asistencia médica y de la no despreciable cuantía de hospitalizados a consecuencia del mal uso y abuso de estas armas químicas.. Inclusive, se han informado muertes relacionadas con el uso de los GL y la gente todavía desconoce cómo actuar.
Otro punto muy grave es que la información toxicológica disponible es deficiente en cuanto a los potenciales daños pulmonares, carcinogénicos, reproductivos y genéticos de largo plazo. Muchos países prohíben el uso de estas armas químicas e incluso intentan incluirlas dentro de las armas prohibidas bajo el Protocolo de Ginebra.
Los gases CS y CN son los que con mayor frecuencia utilizan las policías y la GN para dispersar protestas. Estos son disparados como envases o granadas, popularmente conocidas como “bombas lacrimógenas”; también por medio de latas de aerosol. El CS es más fuerte pero se dispersa y disipa con mayor rapidez.
Ambos gases CS y CN irritan las membranas mucosas de los ojos, nariz, boca y tracto respiratorio, y causan lagrimeo profuso, estornudos, tos, etc.
El gas pimienta es un agente inflamatorio más poderoso que produce inflamación de ojos, nariz y boca. Sin embargo, necesita ser disparado directamente al individuo para que sea efectivo. Esta característica lo hace más útil para defensa personal contra humanos o animales, y es usado rara vez durante manifestaciones.
El gas pimienta es un agente inflamatorio más poderoso que produce inflamación de ojos, nariz y boca. Sin embargo, necesita ser disparado directamente al individuo para que sea efectivo. Esta característica lo hace más útil para defensa personal contra humanos o animales, y es usado rara vez durante manifestaciones.
Los efectos más comunes de CS y CN son: irritación intensa de los ojos, que produce lagrimeo abundante, hipersensibilidad a la luz, conjuntivitis y ceguera temporal, irritación de las membranas de la nariz, traquea y pulmones, que causan secreción nasal, sensación de ahogo, tos, irritación de la garganta y el estomago con inducción del vómito y posible diarrea; irritación de la piel con sensación quemante dolorosa y picazón. Estos síntomas son aumentados por el calor y la humedad. Estos signos y síntomas duran de pocos minutos a algunas horas, dependiendo del grado y tiempo de exposición al gas.
Inhalaciones intensas de CS han demostrado su capacidad de producir neumonitis química y congestión pulmonar fatal. También se han registrado casos de insuficiencia cardiaca, daño hepatocelular (del hígado) y muerte en adultos. En casos de quemaduras por contacto se han producido sensibilizaciones con dermatitis por contacto. Algunos de los agentes CS son potencialmente tóxicos a nivel genético.
PREVENCIÓNEl uso máscaras de gas, solo los actuales diseños policiales o militares, es el método de prevención más eficaz. Las mascarillas y los cobertores ofrecen poca protección.
- Use mascarillas de ojos o lentes de natación.
- Prepare un neutralizador (agua potable con 5% de bicarbonato de sodio o mitad antiácido en suspensión y mitad agua).
- Otro método, aunque menos efectivo, para prevenir los síntomas es reunir varios pañuelos o trapos, empaparlos en vinagre de cocina (ÁCIDO ACÉTICO) y colocarlos dentro de una bolsa de plástico. Si le llegan a disparar una bomba lacrimógena, colóquese el pañuelo o bandana sobre la nariz y respire a través de ella. No se preocupe por sus ojos, ya que gracias al flujo natural de lágrimas los residuos químicos serán eliminados de manera espontánea. EVITE asistir a marchas y concentraciones con lentes de contacto ya que prolongan el tiempo de acción de los GL y aumentan el riesgo de ulceración de cornea.
MUY IMPORTANTE ES NO TOCARSE LOS OJOS NI LA PIEL Y RESPIRAR SIN BOCANADAS SIEMPRE A TRAVÉS DEL PAÑUELO CON VINAGRE O AGUA
- Si es asmático avísele a sus compañeros o personas alrededor en caso de riesgo, de tal manera que ellos sepan como ayudarle en caso de inhalación, darle su medicación o llevarlo al centro médico más cercano.
- Mantenga la calma, respire normalmente y evite tomar “bocanadas“ de aire. Camine con cuidado, mirando siempre a su alrededor. En caso de no ver utilice los brazos como guía. Nunca corra ciego pues corre el peligro de caerse o accidentarse.
- Si se encuentra en un espacio cerrado salga de inmediato o abra las puertas y ventanas para ventilar el área.
- Diríjase en contra del viento del lugar de la explosión y retírese del área de la granada o envase de GL lo más rápidamente posible, siempre evitando estar frente al agresor.
- Manténgase en contra del viento lo más que pueda para dispersar rápidamente el gas.
- Si tiene abundante lagrimeo no lo interrumpa ya que ayuda a eliminar los químicos (no se toque o frote los ojos recuerde que las manos están también impregnadas de tóxico). Sonarse la nariz, evite tragar y escupa si siente mal sabor y molestia en la boca o garganta.
- Enjuague abundantemente el área afectada con los neutralizantes o agua SIN FROTAR. El frotar puede diseminar los químicos alrededor y dentro de los poros.
- Tan pronto pueda dese una ducha con agua fría por 3 a 5 minutos y luego continúe con un baño rutinario con jabón. Evite el agua caliente ya que abre los poros y permite el paso del gas a su organismo y los baños de tina porque lo redistribuyen. En caso de una contaminación muy severa use el neutralizante como se indicó anteriormente.
- La ropa debe ser colocada al aire libre expuesta al viento para dispersar los últimos remanentes del gas. Luego, las prendas deben ser lavadas por separadas del resto de la ropa, primero con agua fría y luego de manera habitual. Una vez realizado este procedimiento podrán ser vestidas normalmente.
- Los gases CS son solubles en grasas (liposolubles) por lo tanto nunca cubra su piel con gelatina de petróleo (vaselina) o substancias similares para protección. Una vez contaminado con GL no trate el área con ninguna crema, gel o ungüento a menos que sea un experto en la materia.
TRATAMIENTO
- En los casos de intoxicación leve, es decir, poco tiempo de exposición y en lugares abiertos el manejo es conservador, comenzando con aireación del ambiente donde se encuentre la persona afectada y retirar la ropa contaminada en bolsas plásticas. La piel debe ser lavada, aunque el contacto con agua puede empeorar los síntomas tegumentarios, una solución ligera alcalina como la neutralizante ha sido recomendada para aliviar la descontaminación de CS. En caso de los ojos si persisten los síntomas después de un enjuague abundante se puede usar un anestésico ocular y un parche. En caso de dermatitis de contacto se recomiendan esteroides tópicos y antipruriginosos.
- En los casos de intoxicación intensa al gas por inhalación o ingestión, como puede ocurrir en lugares cerrados o muy próximos a la explosión de una granada o envase de GL, el tratamiento debe ser muy cuidadoso. Si la persona presenta signos y/o síntomas agudos se debe dejar en observación hospitalaria indicándole oxígeno húmedo con mascara o bigote, broncodilatadores y en casos muy graves ventilación asistida.
- Las personas con antecedentes de enfermedades respiratorias alérgicas, asma o enfisema deben ser observadas cuidadosamente por exacerbación de su condición.
RECUERDE: ¡EL MEJOR TRATAMIENTO ES AIRE, AGUA FRÍA Y TIEMPO!
Preparado:
Profesor Alejandro Rísquez
Bachiller David Sarshalom
Departamento de Medicina Preventiva y Social
Escuela Luis Razetti
Facultad de Medicina
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