La apnea del sueño es un trastorno del sueño potencialmente grave en que la respiración se detiene y recomienza repetidas veces. Si roncas sonoramente y sientes cansancio incluso después de una noche completa de sueño, puede que tengas apnea del sueño.
Los principales tipos de apnea del sueño son los siguientes:
- Apnea obstructiva del sueño, la forma más común, que ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan
- Apnea central del sueño, que ocurre cuando el cerebro no envía señales correctas a los músculos que controlan la respiración
- Síndrome de apnea del sueño compleja, también denominado apnea central del sueño emergente del tratamiento, que ocurre cuando alguien tiene apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño
Si crees que puedes tener apnea del sueño, consulta con el médico. El tratamiento puede aliviar los síntomas, y podría ayudar a prevenir problemas cardíacos y otras complicaciones
Síntomas
Los signos y síntomas de la apnea obstructiva y la apnea central del sueño coinciden, por lo que a veces es más difícil determinar el tipo de apnea. Los signos y síntomas más comunes de la apnea obstructiva y la apnea central del sueño incluyen los siguientes:
- Ronquidos fuertes
- Episodios en los que dejas de respirar durante el sueño (lo cual señala otra persona)
- Jadeos al respirar durante el sueño
- Despertarse con la boca seca
- Dolor de cabeza por la mañana
- Problemas para mantenerse dormido (insomnio)
- Sensación de sueño excesiva durante el día (hipersomnia).
- Dificultad para prestar atención mientras estás despierto
- Irritabilidad
Cuándo debes consultar con un médico
Los ronquidos fuertes pueden indicar un problema potencialmente grave, pero no todas las personas que tienen apnea del sueño roncan. Habla con el médico si tienes signos o síntomas de apnea del sueño. Pregúntale al médico acerca de cualquier problema del sueño que te haga sentir cansado, con sueño o irritable.
Esto ocurre cuando los músculos en la parte posterior de la garganta se relajan. Estos músculos sostienen el paladar blando, la porción triangular de tejido que cuelga del paladar blando (úvula), las amígdalas, las paredes laterales de la garganta y la lengua.
Cuando los músculos se relajan, las vías aéreas se estrechan o se cierran cuando respiras. No puedes recibir suficiente aire, lo que puede bajar el nivel de oxígeno en la sangre. El cerebro detecta que no puedes respirar y te despierta brevemente para que puedas volver a abrir las vías aéreas. Este despertar generalmente resulta tan breve que no lo recuerdas.
Podrías resoplar, ahogarte o jadear. Este patrón se puede repetir de 5 a 30 veces o más cada hora, durante toda la noche, lo que dificulta tu capacidad de alcanzar las etapas profundas y reparadoras del sueño.
Apnea central del sueño
Este tipo menos frecuente de apnea del sueño ocurre cuando el cerebro deja de transmitir señales a los músculos de la respiración. Esto significa que no haces esfuerzo para respirar durante un período breve de tiempo. Es posible que te despiertes con dificultad para respirar o que te cueste volver a dormir o seguir durmiendo.
Factores de riesgo
La apnea del sueño puede afectar a cualquiera, incluso a los niños. Sin embargo, determinados factores incrementan el riesgo.
Apnea obstructiva del sueño
Los factores que aumentan el riesgo de esta forma de apnea del sueño incluyen lo siguiente:
- Sobrepeso. La obesidad aumenta en gran medida el riesgo de apnea del sueño. Los depósitos de grasa alrededor de las vías respiratorias superiores pueden obstruir la respiración.
- Circunferencia del cuello. La gente con cuello grueso puede tener las vías respiratorias más estrechas.
- Vías respiratorias estrechas. Puede que hayas heredado una garganta estrecha. Las amígdalas o las adenoides también pueden agrandar y bloquear las vías respiratorias, especialmente en los niños.
- Ser hombre. Los hombres son dos o tres veces más propensos a tener apnea del sueño que las mujeres. Sin embargo, el riesgo aumenta en las mujeres con sobrepeso, y pareciera que el riesgo también aumenta después de la menopausia.
- Ser mayor. La apnea del sueño ocurre con mucha más frecuencia en adultos mayores.
- Antecedentes familiares. Tener miembros de la familia con apnea del sueño puede aumentar el riesgo.
- Consumo de alcohol, sedantes o tranquilizantes. Estas sustancias relajan los músculos de la garganta, lo que puede empeorar la apnea obstructiva del sueño.
- Tabaquismo. Los fumadores tienen tres veces más posibilidades de presentar apnea obstructiva del sueño que las personas que nunca fumaron. Fumar puede aumentar la cantidad de inflamación y la retención de líquidos en las vías respiratorias superiores.
- Congestión nasal. Si tienes dificultades para respirar por la nariz (ya sea por un problema anatómico o por alergias) es más probable que desarrolles una apnea obstructiva del sueño.
- Afecciones. La insuficiencia cardíaca congestiva, la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y la enfermedad de Parkinson son algunas de las afecciones que pueden aumentar el riesgo de apnea obstructiva del sueño. El síndrome de ovario poliquístico, los trastornos hormonales, los accidentes cerebrovasculares previos y las enfermedades pulmonares crónicas como el asma también pueden aumentar el riesgo.
Apnea central del sueño
Los factores de riesgo de este tipo de apnea del sueño incluyen los siguientes:
- Ser mayor. Las personas de mediana edad y mayores tienen un riesgo más alto de padecer apnea central del sueño.
- Ser hombre. La apnea central del sueño es más frecuente en hombres que en mujeres.
- Trastornos cardíacos. Tener insuficiencia cardíaca congestiva aumenta el riesgo.
- Usar analgésicos narcóticos. Los medicamentos opioides, especialmente aquellos de acción prolongada, como la metadona, aumentan el riesgo de padecer apnea central del sueño.
- Accidente cerebrovascular. Haber tenido un accidente cerebrovascular aumenta el riesgo de padecer apnea central del sueño o apnea central del sueño durante el tratamiento.
Complicaciones
La apnea del sueño es una enfermedad grave. Las complicaciones pueden incluir las siguientes:
Fatiga durante el día. El sueño normal y reparador se hace imposible a causa de los despertares repetidos vinculados con la apnea del sueño, lo que probablemente provoque síntomas intensos de sensación de sueño durante el día, fatiga e irritabilidad.
Quizás tengas dificultades para concentrarte y te duermas en el trabajo, mientras ves televisión o incluso al conducir un vehículo. Las personas con apnea del sueño presentan mayor riesgo de sufrir accidentes automovilísticos o en el lugar de trabajo.
También pueden sentirse irascibles, malhumoradas o deprimidas. Los niños y adolescentes con apnea del sueño posiblemente tengan un desempeño escolar deficiente o problemas de conducta.
Presión arterial alta o problemas cardíacos. El súbito descenso de los niveles de oxígeno en sangre que ocurre durante la apnea del sueño aumenta la presión arterial y sobrecarga el sistema cardiovascular. Si tienes apnea obstructiva del sueño, tu riesgo de presión arterial alta (hipertensión) es mayor.
La apnea obstructiva del sueño puede aumentar el riesgo de ataque cardíaco recurrente, accidente cerebrovascular y latidos anormales del corazón, por ejemplo, fibrilación auricular. Si tienes una cardiopatía, los episodios múltiples de nivel de oxígeno bajo en sangre (hipoxia o hipoxemia) pueden provocar la muerte súbita a causa de los latidos irregulares del corazón.
- Diabetes tipo 2. Si padeces apnea del sueño, eres más propenso a desarrollar resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Síndrome metabólico. Este trastorno, que incluye síntomas como presión arterial alta, niveles anormales de colesterol, nivel alto de azúcar en sangre y aumento de la circunferencia de la cintura, está vinculado con un mayor riesgo de cardiopatías.
Complicaciones con medicamentos y cirugías. La apnea obstructiva del sueño también genera problemas con algunos medicamentos y la anestesia general. Las personas con apnea del sueño tienen más probabilidades de sufrir complicaciones después de una cirugía mayor porque son propensas a los problemas respiratorios, especialmente cuando están sedadas y acostadas boca arriba.
Antes de una cirugía, dile a tu médico que padeces apnea del sueño y cómo la tratas.
- Problemas hepáticos. Las personas que padecen apnea del sueño son más propensas a obtener resultados anormales en los exámenes de función hepática; además, el hígado de estas personas tiende a mostrar señales de cirrosis (enfermedad por hígado graso no alcohólico).
- Privación del sueño en los compañeros de cama. Los ronquidos fuertes pueden impedir que las personas que duermen cerca de ti descansen bien. Con frecuencia, las parejas de las personas que roncan se van a otra habitación o incluso a otro piso de la casa para poder dormir.
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