La mayoría vienen a tratarse por cáncer, cirugías complejas o en busca de una segunda opinión.
por Cecilia Yáñez
por Cecilia Yáñez
Llegan desde Argentina, Brasil, Bolivia, Perú, Uruguay, las Islas Malvinas y hasta Estados Unidos. Pero no vienen a conocer y disfrutar de los paisajes y la gastronomía de nuestro país, sino que a visitar algunos de los centros de salud privados de la capital. Sus objetivos principales: hacerse chequeos médicos, pedir una segunda opinión sobre un diagnóstico o iniciar un tratamiento complejo -neurológico u oncológico, por ejemplo- que no están disponibles en su país o son de menor calidad.
Su demanda no sólo se ha duplicado en algunos centros, sino que ha obligado a crear planes especiales para atenderlos, que incluyen médicos, enfermeras, secretarias y personal de administración bilingües, e incluso convenios con hoteles.
Alza en la demanda
En la Clínica Alemana, desde hace 10 años que tienen un programa especial para atender extranjeros, denominado Servicio Paciente Internacional, pero en los últimos dos se ha visto un aumento explosivo en la demanda. La mayoría provienen de Bolivia, Islas Malvinas, Uruguay y Estados Unidos.
Carolina Jara, jefa comercial de Medicina Preventiva, Programas y Paciente Internacional de esta institución, señala que si en 2010 recibieron 865 pacientes extranjeros, en 2011 llegaron a 1.500, casi el doble. Este año ya llevan 939 casos y creen que superarán los 2 mil.
Cifras similares luce Clínica Las Condes. Germaine Fresard, gerenta comercial de esta institución, indica que si hace dos años atendieron a 1.700 pacientes provenientes del extranjero, en 2011 fueron 2.200. Este año, entre hospitalizaciones y días cama, ya van 1.579.
Aunque con menos pacientes, otras tres clínicas también entregan esta oferta: Clínica Indisa, que cuenta con una unidad especial en la materia hace cinco años; Clínica Santa María (visitada cada año por más de 400 pacientes extranjeros) y Red Salud UC, que si bien no entrega cifras, reconoce el fenómeno, sobre todo en cirugías bariáticas y tratamientos cardiológos.
Enfermedades
Los pacientes que llegan a Chile, "generalmente nos contactan a través del sitio web. Nos envían un email, en el que nos cuentan su historia médica y los exámenes que tienen", cuenta la encargada de Clínica Alemana.
Las principales consultas en esta clínica son por enfermedades de origen neurológico, tratamientos oncológicos (próstata, hígado, pulmón y mama), problemas traumatológicos (reemplazo de cadera), afecciones cardiológicas y oftalmología (glaucoma). Evelyn Baldomar (47) vive en Santa Cruz, Bolivia, y viene a Chile a atenderse en esta clínica por un cáncer de mama. Antes, su madre también se había tratado por la misma enfermedad, por lo que no dudo en seguir su ejemplo. "Hace cinco años me traté un cáncer de mama. En mi país los médicos me diagnosticaron un tumor. De acuerdo a la biopsia que me practicaron era benigno, pero lo extirparon igual y en esa segunda biopsia me dijeron que era maligno. Con todos estos antecedentes viajé a Chile", dice. En menos de tres semanas la habían operado nuevamente en Clínica Alemana para retirar más tejido. Le ordenaron quimioterapia y le dieron medicación para que pudiera seguir el tratamiento en su ciudad. "Ahora vuelvo en dos meses más a Santiago para radioterapia. Lastimosamente, la medicina de mi país, en cuanto a equipamiento, no es buena y están más bien obsoletos, no sólo en materia de diagnóstico, sino también en tratamiento", dice.
Expertos en tecnología
En la Clínica Indisa tienen desde hace al menos cinco años una unidad especial destinada a la recepción de pacientes extranjeros. A la fecha, han atendido personas provenientes de Bolivia, Brasil, e incluso han recibido consultas desde Arabia Saudita y Canadá que preguntan porurgencias y cirugía robótica. Cuentan con el robot Da Vinci y 20 profesionales certificados en el Global Robotics Institute del Florida Hospital que realizan cirugías de alta precisión y menos invasivas para males urológicos, digestivos altos y de colon, ginecológicos y pediátricos.
En la Clínica Santa María, en tanto, la mayoría de los pacientes vienen desde Bolivia, Ecuador y Perú, para ser atendidos por los especialistas del área cardio-cirugía pediátrica. ¿La razón?, cuentan con una UTI pediátrica cardiológica infantil y un equipo médico reconocido en el exterior.
En el caso de los centros de Red Salud UC , además de los tratamientos antiobesidad y cardiovasculares, también reconocen pacientes extranjeros que vienen a a realizarse chequeos preventivos.
Las atenciones oncológicas, problemas traumatológicos, endocrinos, cardiológicos y neurológicos son los más demandados en Clínica Las Condes. Uno de sus pacientes frecuentes es Liliana Camacho, quien viaja cada ocho meses desde Santa Cruz (Bolivia) a tratar la epilepsia de su hijo. "A Santiago no tenemos vuelos directos. Sale un vuelo a Iquique tres veces a la semana. Desde ahí nos venimos a Santiago. En el avión ya nos reconocemos, siempre viene lleno de personas que, al igual que yo, se vienen a atender a Chile. Salgo a las cinco de la tarde desde Santa Cruz y llego a Santiago a la medianoche. Generalmente me vengo un martes, el miércoles voy a control y ya el sábado me devuelvo", cuenta.
Ella trata a su hijo de 14 años en esta clínica hace dos años, cuando le diagnosticaron epilepsia. "En mi país, los especialistas que visité me decían distintas cosas. Nadie me daba un diagnóstico certero. Decidí entonces venirme a Chile y que lo trataran acá. Antes hasta me llevaba los medicamentos desde acá", contó.
Su demanda no sólo se ha duplicado en algunos centros, sino que ha obligado a crear planes especiales para atenderlos, que incluyen médicos, enfermeras, secretarias y personal de administración bilingües, e incluso convenios con hoteles.
Alza en la demanda
En la Clínica Alemana, desde hace 10 años que tienen un programa especial para atender extranjeros, denominado Servicio Paciente Internacional, pero en los últimos dos se ha visto un aumento explosivo en la demanda. La mayoría provienen de Bolivia, Islas Malvinas, Uruguay y Estados Unidos.
Carolina Jara, jefa comercial de Medicina Preventiva, Programas y Paciente Internacional de esta institución, señala que si en 2010 recibieron 865 pacientes extranjeros, en 2011 llegaron a 1.500, casi el doble. Este año ya llevan 939 casos y creen que superarán los 2 mil.
Cifras similares luce Clínica Las Condes. Germaine Fresard, gerenta comercial de esta institución, indica que si hace dos años atendieron a 1.700 pacientes provenientes del extranjero, en 2011 fueron 2.200. Este año, entre hospitalizaciones y días cama, ya van 1.579.
Aunque con menos pacientes, otras tres clínicas también entregan esta oferta: Clínica Indisa, que cuenta con una unidad especial en la materia hace cinco años; Clínica Santa María (visitada cada año por más de 400 pacientes extranjeros) y Red Salud UC, que si bien no entrega cifras, reconoce el fenómeno, sobre todo en cirugías bariáticas y tratamientos cardiológos.
Enfermedades
Los pacientes que llegan a Chile, "generalmente nos contactan a través del sitio web. Nos envían un email, en el que nos cuentan su historia médica y los exámenes que tienen", cuenta la encargada de Clínica Alemana.
Las principales consultas en esta clínica son por enfermedades de origen neurológico, tratamientos oncológicos (próstata, hígado, pulmón y mama), problemas traumatológicos (reemplazo de cadera), afecciones cardiológicas y oftalmología (glaucoma). Evelyn Baldomar (47) vive en Santa Cruz, Bolivia, y viene a Chile a atenderse en esta clínica por un cáncer de mama. Antes, su madre también se había tratado por la misma enfermedad, por lo que no dudo en seguir su ejemplo. "Hace cinco años me traté un cáncer de mama. En mi país los médicos me diagnosticaron un tumor. De acuerdo a la biopsia que me practicaron era benigno, pero lo extirparon igual y en esa segunda biopsia me dijeron que era maligno. Con todos estos antecedentes viajé a Chile", dice. En menos de tres semanas la habían operado nuevamente en Clínica Alemana para retirar más tejido. Le ordenaron quimioterapia y le dieron medicación para que pudiera seguir el tratamiento en su ciudad. "Ahora vuelvo en dos meses más a Santiago para radioterapia. Lastimosamente, la medicina de mi país, en cuanto a equipamiento, no es buena y están más bien obsoletos, no sólo en materia de diagnóstico, sino también en tratamiento", dice.
Expertos en tecnología
En la Clínica Indisa tienen desde hace al menos cinco años una unidad especial destinada a la recepción de pacientes extranjeros. A la fecha, han atendido personas provenientes de Bolivia, Brasil, e incluso han recibido consultas desde Arabia Saudita y Canadá que preguntan porurgencias y cirugía robótica. Cuentan con el robot Da Vinci y 20 profesionales certificados en el Global Robotics Institute del Florida Hospital que realizan cirugías de alta precisión y menos invasivas para males urológicos, digestivos altos y de colon, ginecológicos y pediátricos.
En la Clínica Santa María, en tanto, la mayoría de los pacientes vienen desde Bolivia, Ecuador y Perú, para ser atendidos por los especialistas del área cardio-cirugía pediátrica. ¿La razón?, cuentan con una UTI pediátrica cardiológica infantil y un equipo médico reconocido en el exterior.
En el caso de los centros de Red Salud UC , además de los tratamientos antiobesidad y cardiovasculares, también reconocen pacientes extranjeros que vienen a a realizarse chequeos preventivos.
Las atenciones oncológicas, problemas traumatológicos, endocrinos, cardiológicos y neurológicos son los más demandados en Clínica Las Condes. Uno de sus pacientes frecuentes es Liliana Camacho, quien viaja cada ocho meses desde Santa Cruz (Bolivia) a tratar la epilepsia de su hijo. "A Santiago no tenemos vuelos directos. Sale un vuelo a Iquique tres veces a la semana. Desde ahí nos venimos a Santiago. En el avión ya nos reconocemos, siempre viene lleno de personas que, al igual que yo, se vienen a atender a Chile. Salgo a las cinco de la tarde desde Santa Cruz y llego a Santiago a la medianoche. Generalmente me vengo un martes, el miércoles voy a control y ya el sábado me devuelvo", cuenta.
Ella trata a su hijo de 14 años en esta clínica hace dos años, cuando le diagnosticaron epilepsia. "En mi país, los especialistas que visité me decían distintas cosas. Nadie me daba un diagnóstico certero. Decidí entonces venirme a Chile y que lo trataran acá. Antes hasta me llevaba los medicamentos desde acá", contó.
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