París, 6 ene (PL) El empresario francés Jean Claude Mas, dueño de la firma Poly Implant Prothése (PIP) había reconocido desde octubre el uso de un gel adulterado en sus implantes mamarios para obtener mayores ganancias, según revelaciones publicadas hoy.
Durante una audiencia con la policía, Mas aceptó el uso de un material no certificado porque era mucho más barato que el recomendado para fines médicos.
El fraude comenzó desde 2001, cuando la silicona fue reautorizada en Francia para producir este tipo de prótesis.
De acuerdo con el sumario difundido parcialmente este viernes, el 75 por ciento de los implantes PIP se rellenaba con un gel de elaboración casera y solo el 25 por ciento con el autorizado por las autoridades.
La estafa se mantuvo durante muchos años gracias a que las visitas de inspección se anunciaban varios días antes y daban tiempo a sustituir la documentación y ocultar pruebas, precisó el empresario.
El objetivo fue siempre obtener mayores volúmenes de ganancia, pues en cada prótesis fabricada con silicona industrial había un ahorro de 10 euros respecto a las normales.
Las denuncias sobre reiterados problemas de salud en las portadoras de estos implantes y una anómala tasa de roturas de los envoltorios reportadas por los médicos condujeron a una investigación que sacó a luz el engaño y se ordenó el cierre de la fábrica en 2010.
Una asociación de mujeres afectadas por el fraude aseguró que hay al menos 20 casos de cáncer vinculados al uso de este gel.
Si bien no se ha establecido científicamente un nexo entre las prótesis PIP y padecimientos oncológicos, las autoridades sanitarias francesas recomendaron su extracción porque si implican otros riesgos para la salud.
Unas 30 mil féminas se colocaron en este país los implantes mamarios PIP, tanto por razones de salud como estéticas.
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